Cuando se infringe una regla en el fútbol, se concede un tiro libre para reiniciar el juego o recompensar al equipo que ha infringido las normas. Los tiros libres se dividen en dos tipos: directos e indirectos. Un tiro libre indirecto requiere que el balón toque a otro jugador antes de que pueda llegar a la portería del oponente, mientras que un tiro libre directo permite que se realice un tiro directo a la portería.
Hay varias circunstancias en las que se conceden tiros libres. Las más frecuentes son la conducta antideportiva, las entradas arriesgadas, el juego sucio y sujetar a un oponente con las manos. También se dan por infracciones técnicas, como una falta en un tiro libre, tocar el balón con la mano en el área penal o una posición incorrecta de los defensores durante un saque de esquina.
Para ejecutar un tiro libre se necesita técnica, precisión y planificación. En primer lugar, antes de ejecutar el tiro, el balón debe permanecer inmóvil. Una barrera es un grupo de jugadores del equipo contrario que intentan impedir que el balón llegue a la portería. Debe haber diez yardas o más entre la barrera y el tiro libre.
Los jugadores eligen entre una variedad de tácticas al ejecutar un tiro libre, dependiendo de las prioridades del equipo y la distancia hasta el arco. Les gusta darle a la pelota una trayectoria potente y sinuosa para los tiros a corta distancia en un intento de superar la barrera y engañar al portero. Para crear un peligro inmediato u obligar al portero a despejar la pelota para que los compañeros de equipo puedan realizar el tiro final, se usa con frecuencia la fuerza en los tiros libres de larga distancia.
La técnica del tiro es crucial. La alineación corporal adecuada, el cálculo de la trayectoria y la confianza en los movimientos son los primeros pasos para ejecutar un tiro libre exitoso. Debido a que incluso el error más pequeño puede costarle al equipo la oportunidad de aprovechar este momento, es una habilidad solitaria que exige práctica y entrenamiento. Un tiro libre ofrece una oportunidad para demostrar la habilidad individual además de generar un cambio significativo en el juego.